miércoles, 20 de agosto de 2008

En memoria de Constantino


Mi tercer hijo, Gabriel, esta terminando el colegio este año, y con ello mi vínculo con Los Reyes Rojos cumple 25 años, desde que José Carlos ingresó, a los tres años de su edad. En realidad, los que hemos aprendido en ese colegio somos cuatro, porque yo me incluyo. Gracias, Constantino, por haber enriquecido nuestros espíritus con tus enseñanzas, tus preguntas, tu cariño tan grande por los chicos y tu sentido del humor. Cuando Patricia ingresó con el primer puesto a la Católica, tuve ganas de correr al colegio y abrazarlos a todos, pero soy tímido y no lo hice. Tampoco cuando José Carlos ingresó con el primer puesto a biología de la Agraria. Recibe ahora, hermano, este abrazo (que va también para todo el colegio) por tanto cariño, tanto empeño, tanto cuidado, tanta solidaridad, tantas cosas que no tienen precio.

5 comentarios:

Ivón Schmitt dijo...

Es bueno saber que hay personas que aprecian las raíces de nuestros logros =)

carlintovar dijo...

Quiero sumarme a Carlín, para decirte Constantino, gracias muchas gracias por el privilegio que tubieron Luciano y Marcelo de tenerte como profe.

eldrope dijo...

Si usted es marxista, ¿que hacen sus hijos en un colegio privado ?

carlintovar dijo...

Eldrope: como marxista, deseo cambiar el sistema, para que la educación pública sea la mejor, para que el transporte público sea el mejor (y haga innecesario tener un auto, cosa que ahora tengo), para que la salud pública sea la mejor, y haga innecesario tener un seguro privado (cosa que también tengo). Pero mientras el sistema sea este que conocemos, y yo pueda pagar para mis hijos una educación mejor, lo hago. ¿Le parece que, por ser marxista, debo enviar a mis hijos a un colegio del Estado, sabiendo que Los Reyes Rojos es incomparablemente mejor, y pudiendo pagarlo?
Por otra parte, tampoco es indispensable ser marxista para aspirar a un buen sistema de educación pública (como lo tiene, por ejemplo, Finlandia), o de salud pública (como lo tiene, por ejemplo, Canadá), o de transporte público (como lo son, por ejemplo, el Metro de Nueva York y el metro de París). Todo eso puede desearlo un marxista, como también un socialdemócrata. Si tuviéramos servicios públicos como esos, tenga la seguridad de que los usaría. Mientras tanto, no hagamos demagogia.

Manuel Cisneros dijo...

Que buen que haga un parentesis entre sus caricaturas, para homenajear a un gran educador, y segun las personas que lo conocen (no lo dudo) una gran persona.